Esta semana estuvimos en el Rincón de la Victoria y mi madre tenía antojo de chumbos.....
A mi Carmela le encargamos que no se separara de la abuela Pepi, ya sabéis que mi madre no corre ....VUELA y es muy dificil seguirle la pista si se quiere DESPISTAR.
En un principio nos disponíamos a darnos una bañito en la playa y después comernos unos espetitos de sardinas en algun chiringuito.
Pues el martes estaba como loca buscando al hombre de los chumbos y la playa iba a esperar...
Le preguntó a la panadera cuando entró a comprar un pan cateto, pan cateto no tenía pero si le indicó donde podía encontrar esos frutos tipicos de Málaga en el mes de agosto por los que mi madre pierde los papeles.
Parecía un perro de caza , se metia por todas las calles, callejones , y esquinas, preguntaba a quien se encontraba. Y nosotros detrás...... , siguiéndole el rastro. Cuando digo " nosotros " me refiero a mis tres hijos , mi marido y una servidora, ibamos cargados con las toallas, la crema , el libro de lectura del verano , el monedero , las llaves del coche y todas las bolsas de todo lo que la abuela Pepi iba comprando por todas las tiendas que encontraba abiertas para de paso preguntar por el bendito HOMBRE que vendía los chumbos.
Después de intentarlo y no conseguirlo ,muy a su pesar, accedió al fin y nos dirigimos a la PLAYA.
Dejamos de callejear en pandilla y salimos al paseo marítimo.
¡¡BIEENNNNNNNN ¡¡ gritaban mis peques, por fin a la playa.
Pero no , la abuela se volvió , vió a un chico de esos que venden cupones no de la ONCE sino de la OID ,esos cupones que venden personas discapacitadas y como NO , oimos a mi madre decir mientras corría a su encuentro :
¡ Joven, joven...¡
El chico la miró y atendió su llamada , se le puso una sonrisa grande en el rostro , el pobre pensaría OTRO, ya he vendido OTRO.
Fue entonces cuando mi madre le preguntó :
¿ Has visto al hombre de los chumbos por ahíiiii ?
Este le hizo un gesto con la mano, volvió la cara , borró la sonrisa y mientras decía algo así como UMMMM¡
Mi madre sorprendida , me dijo ,
¡¡ Será posible ...UN GUIRI vendiendo cupones ¡¡Pues con ese mal carácter no vende ni UNO.
Ese día la abuela Pepi se quedó sin CHUMBOS.
A mi Carmela le encargamos que no se separara de la abuela Pepi, ya sabéis que mi madre no corre ....VUELA y es muy dificil seguirle la pista si se quiere DESPISTAR.
En un principio nos disponíamos a darnos una bañito en la playa y después comernos unos espetitos de sardinas en algun chiringuito.
Pues el martes estaba como loca buscando al hombre de los chumbos y la playa iba a esperar...
Le preguntó a la panadera cuando entró a comprar un pan cateto, pan cateto no tenía pero si le indicó donde podía encontrar esos frutos tipicos de Málaga en el mes de agosto por los que mi madre pierde los papeles.
Parecía un perro de caza , se metia por todas las calles, callejones , y esquinas, preguntaba a quien se encontraba. Y nosotros detrás...... , siguiéndole el rastro. Cuando digo " nosotros " me refiero a mis tres hijos , mi marido y una servidora, ibamos cargados con las toallas, la crema , el libro de lectura del verano , el monedero , las llaves del coche y todas las bolsas de todo lo que la abuela Pepi iba comprando por todas las tiendas que encontraba abiertas para de paso preguntar por el bendito HOMBRE que vendía los chumbos.
Después de intentarlo y no conseguirlo ,muy a su pesar, accedió al fin y nos dirigimos a la PLAYA.
Dejamos de callejear en pandilla y salimos al paseo marítimo.
¡¡BIEENNNNNNNN ¡¡ gritaban mis peques, por fin a la playa.
Pero no , la abuela se volvió , vió a un chico de esos que venden cupones no de la ONCE sino de la OID ,esos cupones que venden personas discapacitadas y como NO , oimos a mi madre decir mientras corría a su encuentro :
¡ Joven, joven...¡
El chico la miró y atendió su llamada , se le puso una sonrisa grande en el rostro , el pobre pensaría OTRO, ya he vendido OTRO.
Fue entonces cuando mi madre le preguntó :
¿ Has visto al hombre de los chumbos por ahíiiii ?
Este le hizo un gesto con la mano, volvió la cara , borró la sonrisa y mientras decía algo así como UMMMM¡
Mi madre sorprendida , me dijo ,
¡¡ Será posible ...UN GUIRI vendiendo cupones ¡¡Pues con ese mal carácter no vende ni UNO.
Ese día la abuela Pepi se quedó sin CHUMBOS.
Mismo estilo de escribir que me gusta. Soy del Perú y admiro a nuestro tradicionalista Ricardo Palma, si lo conoces sabrás por qué disfruto este estilo.
ResponderEliminar