EL TRICICLO |
Mis padres nos han criado a los OCHO en un piso diminuto de 70 metros...
Primero vivieron en otro , aún más diminuto si cabe, en Ciudad Jardín, allí nos tuvieron a los CINCO primeros y como la familia no paraba de crecer ..... decidieron venderlo para comprar otro más grande ..JA..¡ el FANTASTICO piso de 70 metros con vistas ¡ Con vistas SI....pero al cementerio de San Rafael.
Allí nos lo hemos pasado muy bien , sobre todo en el pasillo.
Jugabamos a todo lo que os podáis imaginar en el.
Mi padre siempre ha sido más crítico con nuestros juegos y los consiguientes DESTROZOS, pero mi madre, que es más comprensiva, nos dejaba libres y nos permitía jugar, desordenar y destrozar lo que se ponía en nuestro camino ...¡Que niño solo se es UNA VEZ en la vida ¡Al menos eso dice mi madre.
La abuela Pepi prefería que jugaramos en la casa , así sabía lo que hacíamos.
Un día tocó jugar con el triciclo de mi hermano EL OCTAVO...en el pasillo.
Lo teníamos todo perfectamente organizado, hacíamos una fila los OCHO, y por turnos , nos dabamos un paseo de ida y vuelta desde la puerta del salón a la puerta del pisito .
Los turnos se respetaban rigurosamente y nadie se saltaba al que iba delante, excepto mi hermano EL CUARTO , que harto de esperar entre un paseo y el siguiente, se le cruzaron los cables....y decidió coger el triciclo a pesar de que no le tocaba. Entonces se montó LA GORDA ¡¡
Mi hermano, se subió, y a golpes se iba quitando de encima a cualquier GREMLIN que intentara impedir su huida . Corría como un poseido, con los ojos que se le salían de las órbitas y las venas hinchadas , quería , a toda costa , llegar hasta la puerta del piso.
Si el corría , el resto TAMBIEN. Él en el triciclo , nosotros a pie y a golpes...
Y no lo consiguió, el carricoche se partió por la mitad .....
Mi hermano se quedó en el suelo , gritando y llorando .
No sabíamos por qué se ponía así ¡ total no había perdido la batalla ¡ solo había sufrido un accidente. Y como seguía sin levantarse a pesar de nuestra insistencia, nos preocupamos y buscamos la causa de sus males. Miramos bien y vimos que una mitad del triciclo estaba a la altura de la cocina y la otra mitad....encima de su culo. Entonces entendimos su llanto .... y su postura...a cuatro patas y con un adorno en el trasero.
Intentamos quitárselo, pero no pudimos, mejor dicho , no nos dejó, tenía el clavo del triciclo metido ...en el cachete . ¡¡A ver quien era el guapo que lo sacaba¡¡
Pues quien iba a ser.....¡ MI MADRE ¡
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