Cuando eramos pequeños y GRANDES lo de la Semana Santa en mi casa se vivía como UN AUTENTICO ACONTECIMIENTO .
Esperabamos el Domingo de Ramos con muchísima ilusión.
En mi casa era un buen momento para renovar el armario, ya sabéis el dicho :
En el Domingo de Ramos el que no estrene que se le caigan las manos.
Y mis padres ,que necesitaban las manos para trabajar y sacarnos adelante ,se lo tomaban muy en serio.
Así es que días antes , mi madre , la abuela Pepi, se encargaba de que todos, ese día ¡ estrenaramos ¡
Si la Semana Santa caía a primeros de mes la cosa estaba chupá, nos apañaba a todos requetebien, de la cabeza a los pies, pero si la Semana Santa caía a final de mes ....MALO, nos apañaba como podía,.. o de cabeza o de pies.
Mi madre nos compraba ropa interior nueva a todos, ropa para vestir a casi todos y zapatos ....sólo a unos cuantos...pero eso no importaba , mi madre ponía tanta ilusión y cariño en lo que hacía , que la falta de dinero la suplía con besos y piropos .. ....y ese día sus niños iban a la calle GUAPÍSIMOS ¡¡
A mi ,algún año, me tocó no estrenar zapatos, pero hasta me gustaba. Mi padre entraba en acción en ese momento y recuerdo como nos ponía a sacarle brillo a los zapatos.....por entonces había betún, mucho betún , trapo, mucho trapo y a falta de betún.... saliva, mucha saliva ....limpiábamos los zapatos a salivazos, ¡ que divertido ¡ sobre todo si pasaba a tu lado algún hermano con el que tenias alguna cuenta pendiente y como por arte de magia tu salivita no caia en el zapato,ja¡ Perdonadme hermanos.
Cuando ya teníamos todo listo , incluidos los baños ,debíamos ir a la calle además de guapos bien limpitos , mi padre llegaba del trabajo y nos ibamos de procesiones.
Esperabamos el Domingo de Ramos con muchísima ilusión.
En mi casa era un buen momento para renovar el armario, ya sabéis el dicho :
En el Domingo de Ramos el que no estrene que se le caigan las manos.
Y mis padres ,que necesitaban las manos para trabajar y sacarnos adelante ,se lo tomaban muy en serio.
Así es que días antes , mi madre , la abuela Pepi, se encargaba de que todos, ese día ¡ estrenaramos ¡
Si la Semana Santa caía a primeros de mes la cosa estaba chupá, nos apañaba a todos requetebien, de la cabeza a los pies, pero si la Semana Santa caía a final de mes ....MALO, nos apañaba como podía,.. o de cabeza o de pies.
Mi madre nos compraba ropa interior nueva a todos, ropa para vestir a casi todos y zapatos ....sólo a unos cuantos...pero eso no importaba , mi madre ponía tanta ilusión y cariño en lo que hacía , que la falta de dinero la suplía con besos y piropos .. ....y ese día sus niños iban a la calle GUAPÍSIMOS ¡¡
A mi ,algún año, me tocó no estrenar zapatos, pero hasta me gustaba. Mi padre entraba en acción en ese momento y recuerdo como nos ponía a sacarle brillo a los zapatos.....por entonces había betún, mucho betún , trapo, mucho trapo y a falta de betún.... saliva, mucha saliva ....limpiábamos los zapatos a salivazos, ¡ que divertido ¡ sobre todo si pasaba a tu lado algún hermano con el que tenias alguna cuenta pendiente y como por arte de magia tu salivita no caia en el zapato,ja¡ Perdonadme hermanos.
Cuando ya teníamos todo listo , incluidos los baños ,debíamos ir a la calle además de guapos bien limpitos , mi padre llegaba del trabajo y nos ibamos de procesiones.
que recuerdos¡¡¡¡¡¡¡jajajjajaja
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